Después de reservar el coche, cuando llegó el momento de tomar posesión de él y finalizar todos los documentos y pagos, el empleado intentó por todos los medios que comprara una póliza de seguro opcional, insistiendo en que era obligatoria. Durante al menos 20 minutos, sostuvo que estaba obligado a adquirir el seguro adicional, aunque esto no era cierto. Le pedí que leyera los términos y condiciones del contrato. En ese momento, se retractó y afirmó que nunca había dicho que el seguro era obligatorio ni que lo estaba ofreciendo como una opción. Sin embargo, aun así me hizo firmar una declaración en la que tenía que renunciar al seguro, a pesar de que no había comprado nada. Cuando llegamos a la inspección del coche, el guardabarros delantero estaba desprendido del vehículo. Ella me aseguró que no era un problema y que el coche era seguro. Confiando en su juicio, tomé el coche y me fui. Sin embargo, unos días después, mientras conducía por la autopista, el guardabarros delantero se soltó y comenzó a raspar contra el asfalto. Tuve que asegurar el guardabarros al coche usando un cable. Esta negligencia por parte del empleado puso seriamente en peligro mi seguridad y la de mi familia. Me reservo el derecho de emprender acciones legales contra la agencia por alquilarme un vehículo potencialmente peligroso y que no cumplía con las normativas. Además, quiero señalar que el depósito del líquido limpiaparabrisas estaba vacío cuando recogí el coche. Por casualidad, lo necesité durante mi viaje para limpiar el parabrisas tras el impacto de un insecto que lo dejó manchado. Me vi obligado a detenerme peligrosamente al costado de la carretera para limpiarlo manualmente. Cuando devolví el coche al final del alquiler, otro empleado me aseguró que me reembolsarían pronto. Sin embargo, todavía me están reteniendo $124, y no he recibido mi reembolso. En resumen, mi experiencia incluyó: - Comportamiento deshonesto en el mostrador de alquiler, similar al de estafadores que intentan engañar a los clientes. - Un coche inseguro, mal mantenido y no apto para conducir. - Retención injustificada de dinero que no les pertenece. Después de esta experiencia, me aseguraré de no volver a utilizar los servicios de esta empresa.